El título del libro de Dickens “Historia de dos ciudades”, bien podría ser el título para la historia de Budapest que fue, originalmente, no una ciudad, sino dos unidas y separadas a la vez por el río Danubio.
Los orígenes de Budapest, datan del siglo I AC, cuando los celtas fundaron un asentamiento en la colina Gellert, al que llamaron “Ak Ink” (agua abundante). Con la invasión romana, los pobladores celtas se asentaron en la orilla del Danubio, en la ciudad llamada por los romanos Acquincum.
En el 294, Diocleciano ordenó la construcción de otra ciudad al otro lado del Danubio, a la que llamó Contra Aquincum y que se convertiría más adelante en Pest.
A fines del siglo IX los magiares, se establecieron en la isla Csepel y en Óbuda. En el año 1000 nombraron a su primer rey, Esteban I, lo que marcó el comienzo de la nación húngara cristiana. Ambas ciudades fueron saqueadas en 1242 por los mongoles, pero el reinado regresó a Óbuda en 1244, con el rey Béla IV.
La ciudad tuvo su mayor época de esplendor, tanto económico como cultural, durante el reinado de Mátyás Corvin, entre 1458 y 1490. Pest consiguió en esta época el rango de ciudad libre. Pronto ambas ciudades sufrieron la invasión turca, que duró 145 años.
En 1686, ambas ciudades pasaron a formar parte del Imperio austríaco, con Buda como capital del país. Entre 1703 y 1711 tuvo lugar la guerra de independencia contra el imperio austríaco, liderada por Ferenc Rakoczy II, que fue sofocada.
En 1848 tuvo lugar una nueva rebelión, pero los húngaros fueron vencidos nuevamente y pasaron a formar parte del llamado imperio austrohúngaro. En 1873 se produjo la unificación de las 3 ciudades (la original Óbuda, Buda y Pest) en una sola ciudad, Budapest.
El estado húngaro logró su independencia en 1918, después de la Primera Guerra Mundial, momento en el que se instaló un gobierno socialista, que permaneció hasta el 23 de octubre de 1989, en que se proclamó la IV República de Hungría.
En 1990 se celebraron las primeras elecciones libres, y en 1991 las tropas soviéticas abandonaron el país en forma definitiva.
A pesar de sucesivas invasiones y devastaciones, muchos monumentos lograron sobrevivir a través de los siglos. En los períodos florecientes, Budapest era una de las ciudades más importantes de la región. Hoy podemos comprobar que ha conservado su belleza y logrado unir mágicamente, tradición y modernidad, para deleite de quienes la visitan.
Destacamos los siguientes monumentos:
-El Parlamento de Budapest, ubicado en Pest, es uno de los monumentos más imponentes de la ciudad, tanto por lo bello como por lo histórico. Fue construido entre 1885 y 1904.
-El Puente de las Cadenas se construyó, originalmente en 1842, para unir Buda y Pest ya que hasta ese momento, sólo se podía cruzar el Danubio en barco.
-El Castillo Buda – Palacio Real, que se alza en la colina Buda fue residencia de la realeza durante cierto tiempo.
-La Avenida Andrássy y Váci Utca son las dos calles comerciales más importantes de Budapest. Si camina por estas calles encontrará centros comerciales, tiendas de recuerdos, restaurantes y cafeterías.
danubioHomes se encuentra en la calle Váci, en un edificio de oficinas: +36 30 150 13779.
-La Plaza de los Héroes es otro de los sitios de visita obligada en Budapest. Se encuentra en uno de los extremos del boulevard Andrássy. Fue construido entre 1896 y 1929, en memoria de los 7 fundadores de Hungría, del siglo IX.
No podemos dejar Budapest sin haber visitado alguno de los famosos balnearios, alimentados por más de 100 vertientes naturales de aguas termales, famosas por sus propiedades curativas.
Uno de los circuitos más tradicionales del centro de Europa es el que recorre las ciudades de Praga, Viena y Budapest. En el trayecto puede visitar Sopron, una de las ciudades más antiguas de Hungría.
Si quiere tener un recuerdo imborrable de la ciudad, puede hacer un crucero por el Danubio o viajar en barco desde Viena a Budapest y visitar además, varias ciudades en el trayecto.
Budapest es una de las ciudades más bellas del mundo. El Danubio separa dos ciudades que siendo una, no podrían ser más diferentes: la histórica, épica, con sus edificios medievales y barrocos junto con el castillo que domina la ciudad, en la parte de Buda; y la joven, la de las oficinas, los bancos, las tiendas comerciales y el centro financiero, en la parte de Pest.
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